martes, 17 de julio de 2007

"Luz presenta a Tánatos"


Insisto un poco más en el tema.
Dándole un poco la espalda a la vida, miré de reojo a la muerte, y, ¡oh, paradoja! me encontré con más vida, y también con más muerte.
Quiero decir que estuve leyendo un poco y paso a comentarles lo que entendí (sin intenciones de rellenar sino de poder pensar mejor):

La función de la pulsión de muerte es desligar, para reducir la tensión, pero al hacerlo se une con Eros porque permite la movilización, o sea, la no fijación en un único objeto. Este es el enfoque que introduce Lacan. No Eros y Tánatos como pulsiones duales, sino integrando una estructura dialéctica. Por este motivo es que la pulsión de muerte es la pulsión por excelencia, porque es lo que permite que el deseo pueda desplazarse de objeto en objeto (metonimia), lo que significa la continuidad de la vida.

Por supuesto que habría mucho más para pensar…
La inclusión de esto consiste en señalar que no sólo Eros se hizo presente en este grupo desde el comienzo, sino también Tánatos (de ahí el problema para definir el amor, y las ideas de amor egoísta, etc.)

En fin, la idea me parece atractiva…

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