lunes, 3 de septiembre de 2007

¿El deseo del analista?

¿Qué resuena?
Música x 2; palabras: transferencia (social y analítica), “freud era un pésimo analista”.
¿Qué más sigue sonando? ¿de qué depende? Percepción, atención, memoria… prueba de realidad… fantasmas… deseo… Ya encontré algo: el deseo del analista. Esto es lo que tomo. Deseo que va a ser nuestro, deseo del cual va a depender la posibilidad de análisis. Para Lacan, las fallas en el análisis no pueden depender del analizante, así que el peso está en el analista. Y ¿cuál es el instrumento más valioso que éste posee? Su deseo. Deseo que va a posibilitar el deseo del sujeto, la verdad del sujeto.
Se me presentan algunas preguntas: ¿Cuál es realmente el deseo del analista? ¿El deseo de curar? Me gustaría profundizar más en esto. ¿Es inocente el hecho de ubicarse como el Otro respecto del analizante? No lo se.
Creo que no es menor intentar comprender el deseo que va a habitarnos, como analistas, a nosotros mismos. Lamentablemente mis aportes no pueden ser más que preguntas, por eso espero de ustedes, mis “otros”, reflexiones.

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