lunes, 1 de octubre de 2007

Deseo, Deseo, Deseo...

Este deseo de deseo del Otro, es al fin de cuentas.. ¿a qué deseo va a afrontarse en el análisis si no es al deseo del analista?" (Jacques Lacan, "El deseo y su interpretación", sesión del 1 de julio de 1959)

Es un tanto complicado escribir después de tan válidos interrogantes, sólo voy a compartir algunas palabritas (porque son chiquitas) en torno a lo que fui encontrando.

Leí por ahí (en la inmensidad de la web) tres diferenciaciones sobre la relación analista-paciente en los desarrollos post freudianos: en la psicología del yo, la eficacia de la acción analítica tiene que ver con la relación entre las áreas sin conflictos del paciente y las partes sanas del yo del analista. Los kleinianos plantean la comunicación de inconsciente a inconsciente (tomada de Freud). Lacan lo va a ubicar al nivel del deseo.

"las coordenadas que el analista debe ser capaz de alcanzar para simplemente ocupar el lugar que es el suyo, el cual se define como el lugar que él debe ofrecer vacante al deseo del paciente para que se realice como deseo del Otro" (es de Lacan, pero no tengo más datos, perdón por mi falta de rigurosidad científica)

Bien, tomo uno de los párrafos que Fara señalaba:

"El analista no plantea preguntas y no tiene ideas. Sólo da las respuestas que quiere darle a las cuestiones que suscitan su deseo. Pero al final del final, el analizado siempre va a donde lo lleva el analista".

Creo (y es un creo subrayado y amplificado) que podemos entender esto que el analizado va a donde lo lleva el analista, porque en la relación entre ambos va a reproducirse la situación de constitución del sujeto. Ser deseo del deseo. Ser sujeto. Y el deseo del analista es quien orienta esta movilización.
Si tomamos lo otro que dice: da las respuestas que quiere darle a las cuestiones que suscitan su deseo. Seguramente es así, pero me parece que en este punto es en donde entra la necesidad del análisis del analista, de otro modo, la cuestión podría terminar en cualquier parte (¿?).

Para terminar, lo interesante es lo que se despliega en el análisis lacaniano: no una promesa de completud, felicidad y salud infinita, sino la posibilidad de de darle cabida a la verdad del sujeto… La verdad del sujeto, otro tema, no?

No hay comentarios: