1 Cor. 13.1
Lo de “caja negra” lo tenía, lo de “caja transparente” más o menos lo voy agarrando, pero lo de “caja de resonancia”… me-ma-tó.
Pablo dixit: “…, yo recibo y trato de devolver, pero devolver no como caja hueca sino desde mi propia constitución. La ventaja de esto es que sin buscarlo concientemente, me voy dando a conocer.”
Caja negra, caja transparente, “caja de resonancia”,... ¿¡una guitarra acustica!?... bien, por acá hay algo…
… “desde mi propia constitución”,… mmmmmmm
… “me voy dando a conocer”….
Si, una guitarra acústica es una caja de resonancia. Pero, ¿qué es una caja de resonancia? Pues busquemos.
Pues. Por allí encontré:
La Caja Armónica o caja de resonancia como también se la denomina, es la parte vital del instrumento; todas las demás partes son elementos de colaboración y, como su mismo nombre indica, es donde se reproducen los sonidos.
¡Parte vital!... ¡vaya!
Entonces siguiendo con la analogía de la guitarra podría pensar que cuando alguien pulsa la cuerda el sonido entra en la caja y sale amplificado y modelado según su constitución, su forma, su materia, su temperatura, su rugosidad, sus (in)perfecciones, su humedad,… O sea que devuelve el sonido según como es y según como está.
Pero si yo soy la guitarra es otro el que pulsa las cuerdas, el que elige las notas, las melodías. ¿otro dije?, otro, otro… ¡Otro!... Bueno esto se pone bueno…
El Otro es el que me da los significantes (huellas acústicas) y los significados (melodías) pero yo re-sueno, re-produzco, ese sonido de una manera y vos de otra y vos de otra y…
Entones, claro, esa música, esa melodía cuando por mi pasa habla de mí, cuando por vos pasa habla de vos, cuando por él...
“me voy dando a conocer” dijo Pablo.
Y agregó “sin buscarlo concientemente”, y claro, tiene razón, no puedo evitarlo, re-sueno con todo lo que soy.
La guitarra.
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada. 
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada
Es imposible callarla,
Llora por cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama
¡Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
Federico García Lorca (1898-1936)
PD: Luz me gusto mucho lo tuyo y me sugirió más. Te siento como poesía y me digo ¡que lindo desafina esta chica! Pero no quise hacer mas largo esto así que viene después.
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